“El poder de la oración, la alabanza, los testimonios, la intercesión, la imposición de manos, los videos convincentes y más, hicieron de este tiempo mucho más que una experiencia, me han llevado a otro nivel de madurez espiritual… en otras palabras, pude avanzar. Las palabras que hablamos, los pensamientos que contemplamos, las oraciones que oramos diligentemente, el compañerismo y la compasión que compartimos se convierten en la moneda circulante de la vida o la muerte…”

“El Señor trajo nueva luz y entendimiento de cómo todos estos asuntos y las cargas que hay a nuestro alrededor están interconectadas. Incluso cuando yo lucho con una sola cosa, el peso que una sola cosa me causa se ha hecho más liviano porque yo me ocupo en mi salvación, yo le he dado más y más a El y le he permitido a El que sane mi corazón.”

“Por la primera vez pude ver lo que me había mantenido alejada de mi destino y que el temor, el corazón huérfano, y el espíritu de muerte no solamente habían estado hablando por mí, pero es la culminación de generaciones que perpetuaron estas maldiciones a sus hijos, y a sus hijos… ¡Gracias! ¡Dios es digno de toda mi alabanza! ¡Las puertas se han abierto! ¡Ahora puedo ver a Jesús claramente!”